Realmente no hay derecho. El país entero, como se advirtió por más de 18 meses, discute hoy si en realidad vamos a tener o no un racionamiento eléctrico. Hasta hace solo un par de meses, todo aquel que como nosotros, desde Óptima Consultores, alertamos sobre el riesgo de llegar a donde estamos, fue tratado como “terrorista”. Tanto el señor Ministro de Minas y Energía como el Director de la UPME, entre otros altos funcionarios, se apresuraron a garantizar que no había ningún riesgo de desabastecimiento, que quienes advertíamos del mismo estábamos lanzando alertas infundadas con ánimo de generar pánico. Bueno, acá estamos, en abril de 2024 y ad-portas de una crisis advertida. No menos confiados e irresponsables han sido los agentes del mercado, que aterrados ante la posibilidad de intervención a la bolsa de energía le siguieron el juego al gobierno, o en efecto se asustaron y en aras de mantener el precio de bolsa “contenido”, alrededor de los 500 pesos / kWh, que el gobierno en su amenaza intervencionista desnudó como nivel de precio tolerable, llevaron sin necesidad el embalse agregado a los niveles que hoy tenemos. En síntesis, generaron de más con recurso hídrico desembalsando más rápido de lo que era responsable. La generación térmica en el periodo enero marzo de 2024 ronda los 80-85GWh día en promedio. A toda capacidad, podría llegar a 110-115GWh día. Si se hubiera generado con recurso térmico a full capacidad, por supuesto el precio de bolsa de energía hubiera bordeado fácilmente los 1.000/kWh pero se hubiera conservado el embalse. En contraprestación, se mantuvo el precio pero nos quedamos sin agua. Tremendo desbalance. “No hay energía más cara que la que no se tiene” fue la premisa sobre la que este sistema fue diseñado como resultado del apagón de 1992. ¡Eso claramente se olvidó!.

No nos cansamos por todos los medios de advertir lo riesgoso de ese juego. Todos asumieron, como un hecho, que los pronósticos climáticos dejaban ver una terminación del fenómeno de “el niño” para el mes de marzo. Es como si ninguno hubiera vivido o asistido a los últimos fenómenos. El que lo ha hecho, sabe perfectamente que los pronósticos de evolución de un fenómeno como “el niño” tienen altísimo nivel de incertidumbre, especialmente en los primeros meses del año, lo que conocemos como “la barrera de predictibilidad climática”. Cualquiera que haya sufrido los dos o tres últimos fenómenos, todos ellos con sus propias crisis y angustias (2009-10, 2015-16 y 2020), sabe bien que, en Colombia, la normalización de lluvias en el mejor de los casos llega en mayo. En esta ocasión, todos asumieron que el fenómeno se acababa en marzo, volvía el invierno, y problema solucionado. ¡TAMAÑA IRRESPONSABLILIDAD!.

La obsesión por salvarle la vida a algunos comercializadores mal contratados y evitar a toda costa incrementos tarifarios temporales al usuario final nos está costando caro. Como también lo hemos dicho insistentemente, el problema de contratos que cubren a la demanda de la volatilidad del precio de la bolsa de energía, está asociado a retrasos en la entrada de nueva generación. No se trata simplemente de un combo de especuladores que quieren que el usuario pague más. Si el sistema funciona bien, las señales para la inversión son adecuadas, se promueve la competencia y sobre todo, si los nuevos proyectos de generación entraran a tiempo, el usuario no percibiría estos incrementos en el precio de bolsa, que debería ser un problema del mercado mayorista, no del consumidor.

Acá todos son culpables. Por lo pronto, se improvisan medidas de ahorro, que como se sugirió hace más de un año, debieron implementarse desde el mismo momento en que se anunció la probabilidad del fenómeno; era sentido común. Pero no se entiende aun si por desconocimiento, desconfianza o por la conveniencia de apalancar reformas al sistema, reventándolo por dentro, aun a sabiendas de lo que se nos venía cuesta arriba, no se hizo nada….la estrategia ahora es que la demanda ahorre, forzar la generación térmica guardando ojalá las apariencias de un precio de bolsa bajo para que no termine de reventar la crisis de liquidez de comercializadores y que el “paganini” como siempre, sea el usuario, seguramente reconociendo estos costos ya no por la porción de la factura indexada a precio de bolsa en el componente de generación de la tarifa, sino escondida en un sobrecosto material vía el componente de restricciones.

El gobierno, como parece ser su estrategia culpará al mercado. Y el mercado, que le hizo el juego al gobierno, se queda con pocos argumentos para evidenciar la responsabilidad del primero por su inacción. Y el usuario….¡¡¡de malas!!!

Acá una breve cronología de advertencias, que al igual que otros “tecnócratas alarmistas” lanzamos desde Optima Consultores en los últimos meses. El público lo debe saber y entender, acá todos son culpables por acción u omisión. Habrán de seguirle rezando a San Pedro para que el inminente racionamiento no llegue:

No bajarán!

“…Ni siquiera la eventual operación continua de la primera fase de Hidroituango será suficiente. Será positiva sin duda, puede mermar en algo incrementos a futuro, pero en el corto plazo no generará alivios. Claramente la expectativa de una avalancha de proyectos de generación entrando en operación en los años 2022 y 2023 no se dará (se esperaban al menos del orden de 3.000MW nuevos en operación… no han llegado). Tal vez los grandes proyectos en desarrollo solo entren a operar bien entrado el 2024. En resumen, la demanda de energía eléctrica en Colombia sigue aumentando, a ritmos superiores a los evidenciados históricamente. Hay y habrá más demanda. Y la oferta no solo no crece al mismo ritmo, sino que lo hace marginalmente. Las dificultades para el desarrollo de proyectos, y sobre todo para su entrada en operación, además de generar el ya mencionado déficit, dan señales preocupantes para inversionistas y desarrolladores. En un escenario de costos de financiación altos y con una tasa de cambio con semejante devaluación, el inversionista se pregunta si sigue siendo atractivo tomar riesgos en Colombia, cuando atestigua las dificultades para conseguir permisos, licencias socio ambientales, pólizas y garantías bancarias, etc. Es posible que, si no se dan las señales adecuadas, este choque de oferta se prolongue en el tiempo, y nos lleve por qué no, de vuelta al pasado. En este escenario, no es descartable un problema de abastecimiento en cualquier momento del año 2023 o 2024…”

El Sancocho de la Transición Energética Justa

“….Para colmo, como ya es de conocimiento público, la amenaza de “El Niño” se materializó mucho antes de lo esperado. Esperábamos todos, un periodo de unos doce meses de neutralidad climática, posteriores a dos años de intenso fenómeno de “La Niña”. Pero así es el clima. Terco, impredecible, inmisericorde. El Niño empezará en el segundo semestre de 2023 por tarde. Y el sistema no está preparado. El gobierno recibió las advertencias como amenazas del mercado. Empezará a entender que más allá de amenazas, la cosa es delicada. Las cuentas de confiabilidad para el 2024 están muy justas, demasiado. Cualquier falla, por mínima que sea, en una planta de generación relevante o la ocurrencia de alguno de los patrocinados paros o bloqueos en las áreas de influencia de las plantas de generación, cualquier descalce nos apaga. Para colmo, nos llega este “El Niño” con precios de combustibles y tasa de cambio en niveles récord. En suma, se vienen tiempos difíciles. …”

Anarquía Eléctrica

“…Desde hace varios meses, diría más de un año, desde esta columna venimos levantando alertas sobre los efectos que la materialización de un fenómeno de El Niño tendría sobre el sector eléctrico, los usuarios y sobre la economía en general (dilatando las expectativas de relajación de la inflación). Las afectaciones en todos los frentes ya se empiezan a materializar, sorprendiendo a algunos y preocupando a otros. A la fecha, pese a las advertencias nuestras y de muchos, las cosas pasaron de castaño a oscuro. Poco se ha hecho de fondo con miras a prepararnos para afrontar lo más crítico del fenómeno (de acá a abril de 2024), y, a pesar de las voces tranquilizadoras del gobierno, el regulador, el administrador del mercado y los agentes del mismo, desde Óptima Consultores, de acuerdo con nuestras estimaciones y ejercicios estadísticos, esta solvencia energética no está garantizada. De tratarse de un fenómeno de El Niño fuerte, como parece ser el caso, y prolongado como también aparenta, un racionamiento eléctrico para los meses de marzo en adelante no puede descartarse. Aun sea este en pocas horas del día y en algunas regiones del país más que en otras. Además, es importante recordar que los fenómenos de El Niño siempre vienen acompañados de eventos improbables que agudizan la estrechez. Caso 2016 por la iliquidez del mercado de contratos de gas, Guatapé, etc etc. Seguro este no será la excepción y cualquier sorpresa nos deja aun más mal parados. ….”

Programa Hora 20. Caracol radio. Enero 2024 Puede consultar la grabación aquí:

Incluso, algún representante gremial nos tildó de generar pánico innecesario. El mismo dirigente gremial que hoy públicamente pide a los usuarios consumo responsable.

Gobierno 1- Mercado 0 (marcador parcial).

“….Ahora, el partido no ha terminado. Si bien, como resultado del ajuste de estrategia y un poco de suerte las cosas han salido bien hasta el momento, también es cierto que un resultado de 1-0 es corto, y falta tiempo. Y lo que la tribuna no ha entendido, tal vez el equipo Gobierno tampoco y menos aún el equipo Mercado, es que este juego de hacernos pasito puede salirle muy costoso al país. El embalse agregado está en niveles mínimos, empiezan a asomarse las lluvias en algunas regiones del país, pero los aportes aún están lejos de garantizar un aumento de la reserva hídrica. De prolongarse la sequía es inevitable que el precio de bolsa reaccione al alza, además que no podría garantizarse la confiabilidad en el abastecimiento. Si esta etapa de sequía se prolonga un par de semanas más allá de lo que indican los pronósticos climáticos, el partido no se gana o se pierde, se cancela. Perdemos todos, empezando por los aficionados, que nos quedaremos sin espectáculo. El equipo Gobierno y el equipo Mercado seguirán discutiendo, al menos por dos años más, los cambios a las reglas de juego. Cada uno tirando para su lado, con verdades a medias y destruyendo con su tozudez la historia del deporte. …..”

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