Se llegó por fin el siete de agosto y tras semanas de ansiedad, el barco del sector minero energético cuenta hoy con una nueva Capitana. Bienvenida Ministra Irene Velez. Tiene usted a cargo dirigir una cartera fundamental para que el plan de gobierno de Presidente Petro, en medio de los cambios propuestos se materialice. En lo que hace referencia a los mercados eléctricos y de gas natural, y dados los anuncios tanto del señor Presidente, como el contenido de los documentos publicados por la comisión de empalme, me tomo el atrevimiento de proponer algunas reflexiones que considero pueden ser de utilidad. Señora Ministra, esta columna a través de los años ha sido generosa en reconocer aciertos de las diferentes administraciones del sector, a la vez que ha sido crítica y también propositiva cuando así se ha considerado oportuno. Todo lo anterior basándose siempre en fundamentos técnicos, alejados de ideologías o partidos, con la libertad de opinión que surge del estudio juicioso y detallado de nuestros mercados de energía eléctrica y gas natural y habiendo participado activamente en las discusiones y en la evolución misma de estos sectores en las últimas dos décadas. Cuando se habla de transición energética es necesario dimensionar en todo su alcance el concepto. Este va mucho más allá de cambiar de recursos. Se trata de un cambio de modelo que no vincula únicamente discusiones de carácter ambiental. La transición implica tres aristas fundamentales: Descentralización, digitalización y descarbonización. Requiere que tanto hacedores de política, reguladores, supervisores, agentes del mercado y usuarios finales, transiten a mercados en que los usuarios finales son protagonistas, pues cuentan con alternativas de abastecimiento diferentes, que son ahora económicamente viables, con intereses en el consumo responsable, sostenible y amigable con el medio ambiente. Pueden además estos usuarios actuar como proveedores de energía o servicios energéticos. En un mundo en que el protagonista es el usuario, la descentralización es prerrequisito. La promoción de nuevos productos, servicios y mercados a nivel minorista son la base para que la transición se dé. Más concentración va justamente en detrimento de la misma.

Las reflexiones:

  • Generación renovable: La introducción a nuestra matriz eléctrica de generación con Fuentes No Convencionales de Energía Renovables (FNCER), dejó de ser una ilusión hace ya tiempo. Es una realidad de mercado. Que no obedece únicamente a política energética, que por supuesto ha sido fundamental. De fondo, en todo caso, es el resultado de dinámicas de mercado. No existen en el mundo hoy fondos disponibles para la generación con fuentes contaminantes. En esa medida, el cambio tecnológico se da casi de manera natural. Ahora bien, cuando en Colombia hoy en día hay proyectos de FNCER solicitando conectarse a la red por más de 60GW de potencia, más de tres veces la potencia instalada actual, debe trabajarse necesariamente en dos aspectos: 1. que los proyectos tengan donde conectarse (infraestructura de transmisión y distribución). 2. Que los proyectos, tanto de generación como de infraestructura de red, entren a tiempo en operación. ¡Ahí está el reto! Y es ahí donde la coordinación interinstitucional y el liderazgo de su cartera serán fundamentales. El foco está en los procesos de licenciamiento ambiental y social. Que estos sean claros, abiertos, transparentes y expeditos. Su conocimiento y experiencia señora Ministra serán fundamentales para destrabar y agilizar la puesta en operación de la infraestructura. Cuidado especial habrá que tener también en que los beneficios de Ley que tienen las inversiones en FNCER y proyectos de eficiencia energética se fortalezcan, que no sean afectados por la reforma tributaria en trámite. A pequeña escala, para que industrias, comercios y personas naturales acometan proyectos de autogeneración con FNCER, la prioridad debería estar en facilitar la conexión de estos proyectos, revisar rápidamente el funcionamiento de aspectos como el cargo por respaldo, y fortalecer las actuaciones del supervisor para evitar bloqueos de parte de los dueños de la red. Volveremos sobre el fortalecimiento de la supervisión más adelante.
  • El Gas natural: no se puede dejar de insistir, es el combustible de la transición. No es realista pensar en una transición hacia una matriz eléctrica 100% renovable, en el mediano plazo, sin contar con los atributos de una generación térmica baja en emisiones, que garantice la confiabilidad del sistema. Nada sacamos con una matriz renovable si cada vez que se nos aparece un fenómeno de “El niño” nos apagamos. Y ojo ministra, el próximo “El niño” está a la vuelta de la esquina. No tardará en venir a visitarnos más allá de 2024. La evolución tecnológica y el masivo fondeo en investigación y desarrollo, permitirá que en el mediano plazo la confiabilidad sea provista por alternativas como el hidrógeno u otras. Por el momento, y muy seguramente en las próximas dos décadas este no será el caso. En este escenario, garantizar nuevas fuentes de gas natural, locales e importadas es de la mayor urgencia. La expansión de generación vendrá mayormente de proyectos renovables, sin embargo, es fundamental garantizar el abastecimiento de gas natural para plantas existentes. Europa es un claro ejemplo de cómo, la obsesión por acelerar el cambio tecnológico redunda en problemas de confiabilidad y seguridad energética. En Colombia ya lo vivimos, razón por la que tenemos la organización institucional y el mercado que tenemos, no podemos repetir la historia.
  • Ecopetrol: en lo personal, preocupan los anuncios respecto a convertir a Ecopetrol en un generador renovable. Más concentración, más integración vertical, más poder de mercado. Concentrar en una misma entidad la generación, la transmisión (ISA), la operación del mercado (XM), siendo además el cuasi monopólico productor de gas natural, y el más grande consumidor de energía eléctrica es a todas luces inconveniente. Será entonces Ecopetrol la versión 2020”s de la ISA de antaño, dando al traste con 30 años de evolución del mercado eléctrico que, por supuesto requiere ajustes, transformaciones, pero no involuciones. No es consistente con el concepto mismo de transición energética, que busca descentralizar, fomentar la competencia. Las señales además hacia el inversionista privado, interesado en acometer proyectos de generación son desalentadoras. ¿Cómo competir con quien concentra la información, el producto mismo, las redes? ….basta con mirar al ejemplo de México para entender lo dañino de este tipo de iniciativas para la inversión privada en proyectos de generación renovable. Y el inversionista en el mundo de la transición energética es la piedra angular, o ¿tendrá el Estado (el nuevo Ecopetrol) suficientes recursos para garantizar la expansión de la generación? ¿Es conveniente y/o necesario?
  • Las tarifas: es claro que el modelo tarifario debe evolucionar. Este cambio no se da de un día para otro, pero si debe ser pilar de la agenda regulatoria en el corto plazo, además de reformas al funcionamiento de los mercados de corto plazo y el cargo por confiabilidad que también están en desarrollo. Revisar la lógica sobre la cual se indexan las tarifas creería es prioritario. Hay un almuerzo gratis cuando el precio de la energía se ajusta con el índice de precios al productor, IPP, mientras los costos para este productor en realidad no se incrementan en la misma proporción. Acelerar la implementación de mecanismos centralizados de contratación, donde se fomente la competencia, la adecuada gestión de riesgos y la liquidez de los mercados de contratos de energía. Adicionalmente, hacer seguimiento detallado al cumplimiento de planes de inversión y reducción de pérdidas que justificaron los incrementos tarifarios en el componente de distribución. Cumplir con la promesa de reducción de tarifas necesitará de un ajuste al modelo tarifario y a la revisión de ciertos preceptos. Requerirá tiempo y socialización, entendiendo y fortaleciendo además el rol institucional de la CREG.
  • Fortalecimiento institucional: la arquitectura organizacional de nuestros mercados energéticos es adecuada a nivel mayorista. Debe revisarse y fortalecerse para que actúe oportunamente en mercados descentralizados. Mi obsesión estaría en darle dientes al Estado en su labor de regulación, planeación y supervisión de los mercados. Entidades como la CREG, la UPME y la Superintendencia de Servicios Públicos requieren de fortalecimiento presupuestal, técnico y operacional. Los mercados en el mundo de la transición energética buscan multiplicar el número de agentes, productos y servicios. El adecuado funcionamiento del ordenamiento institucional, especialmente de los roles a cargo del Estado es la garantía de un adecuado proceso de transición y cambio. Que el Estado asuma funciones o roles que el mercado ha demostrado funcionan mejor en manos del privado, no es ni conveniente ni necesario. Si lo es, que la capacidad de reacción e intervención en lo que le compete, sea oportuna, adecuada y transparente. Está en el espíritu de la Constitución y la Ley. Hay que buscar que se cumpla.
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